Con más de 200 años de herencia cervecera checa, Praga, la Auténtica Cerveza Checa es tan genuina como su historia. Nuestro maestro cervecero nativo combina los más finos ingredientes naturales de la localidad, para crear bebidas galardonadas disponibles en todo el mundo.
Color ámbar dorado con un cuerpo medio flexible y seco, y un final largo y refrescante.
PREMIO DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE CERVEZA: Medalla de oro
Color castaño oscuro con un cuerpo espumoso, afrutado, medio a pleno.
PREMIO DEL CAMPEONATO MUNDIAL DE CERVEZA: Medalla de oro
Una cerveza tradicional de estilo alemán con sabores de banana y clavos de olor. Este estilo de cerveza es una gran alternativa para los amantes de la cerveza alemana Hefeweizen.
Praga Semi Dark - Sin pasteurizar - La cerveza sin filtrar es elaborada como una receta especial para el Grupo Cervecero Praga.
Praga Amber Lager es una elección fantástica para los amantes de la cerveza más fuerte. Esta cerveza tipo lager de cuerpo medio, con sabor a caramelo tostado, tiene una amargura media perfecta sin ningún regusto fuerte.
Los ciudadanos de la República Checa consumen más cerveza per capita que cualquier otro país en el mundo. Es una parte integral de su cultura y por ello establecen los más altos estándares de calidad de su bebida nacional. Es por eso que la cerveza Praga se elabora utilizando métodos consagrados por el tiempo, como los fermentadores de tina abierta y períodos de 50-60 días (4 veces más que la mayoría de las grandes cerveceras). El resultado es una bebida suave y refrescante de la cual los checos pueden sentirse orgullosos
Nuestras cepas de levadura se han desarrollado durante los últimos 150 años, perfectas para la fermentación de la cerveza, dándole además la calidad del viejo mundo a cada sorbo.
Los pozos artesianos ubicados debajo de la cervecería contienen agua extremadamente suave que ha sido descrita como perfecta para preparar cerveza tipo lager. Como el agua constituye el 90-95% de la cerveza, se considera que éste es el ingrediente más importante.
La cebada cultivada localmente es transformada en malta en la propia cervecería, lo que le da al maestro cervecero un mejor control sobre la calidad de la malta utilizada para la elaboración de la cerveza.
En la ciudad checa de Saaz ('Zatec') se cultivan los más finos lúpulos del mundo. Esto le da a la cerveza un aroma floral único y un agradable amargor.
